Luis Duarte. Serie Reveronianas. Macuto, 2014
El olor a
mastranto,
el olor del
llano,
el olor a almizcle,
todos esos
olores que me inundan
sólo
consiguen hacerte recordar.
Aún en la
distancia de este llano,
tú estás
presente,
por algo me
traje tu presencia
para poder
soportar cierta soledad.
los sueños
sólo consiguen apilar tu imagen
en mí, en
mis anhelos, en mis ansiedades,
en todo lo
que en Calabozo impera,
sus cualidades
del recuerdo
donde todo
huele ha guardado
a tiempo
inmemorial
a centurias marcadas de memorias.
Un solaz
que revela calmas antiguas,
tú y tu imagen desdeñándome el recuerdo
no sólo de
hoy sino de siempre,
como no
hacer que te quedes en mí.
Aún a pesar
de tanto calor
puedo
soñar, porque tú me alientas
a tener el
fresco de un aclimatador
inconstante.
La noche es
fresca, el rocío la refresca
con tu
aroma de mujer,
tu nombre
de ciudad perdida
que me
invade de mastranto
de tierra
húmeda,
de almizcle...
de vida.
MANUEL CASTRO
VEINTE POEMAS PARA EVOCARTE. Caracas, 1995