Luis Duarte. Mirando un sol del atardecer. Caracas, 2015
Llegaron los días de marzo
de esos días donde el clima cambia,
cuando la brisa sopla en los espacios,
esa brisa suave y libre
que acaricia la nuca como una caricia,
no la brisa fría que te estremece,
sino la que parece prodigarse en amor.
Esa brisa que indica los cercanos días
de cuaresma sobre Caracas.
Dejados atrás los semisoleados días
del carnaval en pandemia por Covid-19,
la normalidad quiere retornar a las vidas
de los desaforados que solo quieren
volver al agite del ritmo del dinero,
producir para tenerlo, pese a su poca importancia,
puesto que esta pandemia nos devolvió,
a la casa, a la familia, los afectos esenciales de la vida.
Manuel Castro
Mar. 3. 2021
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