ignoró la memoria, que se inclina
sobre el ayer y las perdidas cosas.
Jorge Luis Borges
Si la misión del poeta es restituir la palabra
como afirma Borges,
la misión del revolucionario es construir
al hombre nuevo, ese que avanza
a cada paso detrás de la utopía
como nos lo enseña Galeano,
puesto que la utopía nos sirve para caminar
hacia la alborada de la equidad
en pos de mar color de vino.
Todo pueblo que es revolucionario cree
en los poderes creadores que nos pregonara
Aquiles con sus sueños de patria
y de amor humano y divino.
La derecha ignora la memoria del pueblo creador,
pensando que los olvidos llenarían sobre las consciencias
los rezagos que se inclinan sobre el ayer
y las perdidas cosas, que enterraron
contra las catacumbas de la memoria.
La patria renace en los ideales de cambio
colectivo acaso la forma fundamental
del destino, donde el azar y la joven aventura
y la dignidad del peligro,
que dictaminó Samuel Robinson
él el futuro de la nueva patria, es decir Venezuela.
En la colectiva memoria será la patria
no ya en la fracción de cada día,
de cada instante, sino en la pujanza
colectiva que construye la patria
de la alborada soñada en 1824
por los libertadores que construían república.
Hoy construimos una patria social,
incluyente e inclusiva de todos
los que cohabitan las consciencias
de un camino y una esperanza
que comenzó con un por ahora,
con el cual llegó la hora de
con los corazones construir lo colectivo
y la patria-alborada
de común beneficio con el nuevo siglo de la paz.
Manuel Castro