Luis Duarte. De la Serie: Pueblo en la Calle. Caracas, 2007
Ahora tal vez
reposan en las fosas comunes
donde fueron sembrados con los ojos
al cielo por las ráfagas,
por los vidrios rotos por los cuerpos
al impacto de las balas,
al empujón sanguinario y al arresto,
a la ira y la rabia de un día
de locura, según dijeron los medios,
no perdonado por la historia.
Fuimos parte de esa historia
ya no pretérita como en los libros,
historia viva y no marchita en páginas
amarillas,
añejas o heroicas,
según la escribieron los vencedores
27 de febrero, la mañana fría en
Quebrada Seca,
barrio de Guarenas,
seis de la mañana...
Y en el pueblo por la calle Comercio
ya había pasado el huracán ciego de
la rabia,
las santamarías como latas de sardina
abiertas,
los negocios esparcidos por las
calles,
la rabia acumulada y contenida
desbordada
en calles, negocios, urbanizaciones,
barrios caseríos aparatos de TV
gritos voces acalladas al disparo
sirenas
multitudes proletarios estudiantes
pueblo arrecho.
28 de febrero, todo el rumor de la
rabia
se desplaza a Caracas, a Maracay
a Venezuela toda... La rabia es mi
vocación,
la rabia, coño, ya no más
paciencia...
Y en Guarenas, donde comienza esta
historia,
aquel guarenazo,
la anécdota de la mecha prendida
ante las medidas neoliberales
del gobierno de Carlos Andrés Pérez,
recién electo por una cúpula,
presidente,
en sus trácalas bipartidistas, la
guanábana,
como la llama el pueblo llano
Y para los que viven la diaria vida,
la vida se extravió en un ejército
que también era pueblo pero que se
ensañó
para defender la mentira ante la
verdad
para defender la clase que lo subyuga
contra su propio ser, su hermano,
su padre.
Y
en esos
días
no hay calle, nadie tiene puertas,
sólo temor y terror,
suspendidas las garantías
constitucionales
y el legado de la muerte en cada
esquina espera
Y se abre todo silencio,
no hay voz, ni manos, ni cuerpos
que importen,
el aire se llena de metal
el aire se llena
de pólvora
de reproche
de maltrato
de abuso malherido
ventanas
rotas
puertas rotas
y rostros y manos y huesos.
Calles de sangres
razones de dolores
caminos sin señales
noches de angustias
y
amenazas
oscurecido cruza el grito
súbito estremecido
a mí llega
con corazón difundido
ante el compañero de la UCV
que en la TV reclama justicia
y es
asesinada
Yulimar Reyes
a los pocos minutos en Parque Central
de ese 28 de febrero, por la Policía
Metropolitana
Tú, del país extenso
en una calle amarga,
en Guarenas, luego el 1° de marzo de
1989,
rabiando ante la injusticia
cuando los soldados del ejército
maltrataban a los ancianos, a las
ancianas y al
pueblo humilde, acusándolos de
saqueadores
vejándolos, despreciándolos,
cuando sólo era pueblo sufrido.
Políticos
de entonces
con su juego de crímenes, su sucia
política, su yedra,
yo sufro este dolor como César
Vallejo
Pueblo ignominiado
en el Cielo, la Tierra o el Infierno,
nunca jamás tu dolor mitigaré,
tras el abandono sufrido por la clase
poderosa
que llevó a febrero de 1989
Verde viento, verdes ramas
verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata
que abre el camino del alba.
De acero, si puede ser,
con las sábanas de Holanda.
¿No ves la herida que tengo
desde el pecho a la garganta?
Tu sangre rezuma y huele
alrededor de tu faja.
Más de tres mil,
dicen,
fueron los que cayeron
y el informante oficial
de ese gobierno dijo
- con voz casi burlona -,
luego de los sucesos
acaecidos en el tiempo mismo,
dejamos de contar cuando
cayeron trescientos.
Trescientas rosas morenas
lleva tu pechera blanca.
Pero ya yo no soy yo,
ni mi casa es mi casa.
Verde viento, verdes ramas
la ira se hizo amarga
esos días de febrero e
inicios de aquel marzo
cuando masacraron pueblo
por plomo las calaveras,
con el alma desgarrada
aquello aún se recuerda.
Pueblo ignominiado,
al laberinto del aroma verde
verde que te quiero verde
volviendo entonces
a caer sobre la presa
al ámbito de agua y sangre
derramadas en las calles
de Guarenas
de Caracas
de Venezuela
Apenas tiene el tiempo
el recuento la palabra
temblorosa ¡vencer o morir!
descenso de su humanidad
concede a los vencidos
de no ser perseguidos.
El furor de los vencidos
se reanima en la lucha electoral,
luego de las o los de sangre
van a reconquistar la victoria,
pues el tiempo fue quien lo dijo,
defendiéndose,
mas ya no más el lamento de las
mujeres,
cuando son lúgubres
entristece el corazón
Y en el recuerdo de hoy
fotografía en la calle
de los sucesos de febrero y marzo
¿cómo se metió en esto?
El horrible ambiente que rodea
la verdad y nos venden la mentira,
No olvidar
para no repetir la historia
manipulada.
¿Cuántas veces lo diremos allí,
cuántas veces
y qué diferentes nos veremos?
Los días de 1989,
esos que marcaron la contemporánea
historia,
la sociedad, demasiado corta,
tenía los valores equivocados.
Y bajo el consejo de los cortesanos
palangristas
que escribían epitafios de los pobres
para llenar las arcas
de los explotadores, frecuentes y
helénicos
y un gobernante de país
que se creyó reyezuelo,
y la clase que conduce a los
condenados
por el sistema a la exclusión
al venderse al FMI y al Banco Mundial
- a escondidas, por supuesto -,
fue tan imprudente y como Hamlet
es lento para actuar, pero cuando
lo hace es imprudente
y violento;
que llenó la Patria de oscuridad,
llevando al negro callejón
y trabajos pesados y penurias
y nocturnos empeñarse en cifras y
monedas,
que un pueblo ya cansado y aguerrido
gritó a toda voces en la ira:
NO NOS VENDEMOS,
por ello contamos con orgullo
pues nos salva la alegría,
habrá más 27 y 28 de febrero
de ser necesarios.
23 de junio de 2020
En: CUATRICENTENARIOS / GUARENAS (1621-2021). Del Libro: Los Abismos del Cielo. 2020
(En proceso de publicación digital por la Alcaldía de Plaza, Guarenas)
Presente en:
http://elblogdelosblogsdeduarte.blogspot.com/