y todo esfuerzo que consigo por el trajín continuo del trabajo intelectual y físico, casi desborda en el vivo interés que me hace recordarte.
Simón Bolívar
(Septiembre, 10, 1830)
Mi biblioteca es como un ser vivo,
llena de intelecto y de nostalgias,
de relatos y de pensamientos profundos.
Convive entre la filosofía, el arte
y la política.
Va de lo documental a la crónica...
vive su etapa Caribe,
su sentimiento poético nunca la abandona
su visión de salud, alimentación y sexo,
se mueve con la música y la cinematografía;
inventos y tecnólogos populares,
cuentos, novelas y anécdotas nunca
le faltan.
Y de la fotografía siempre hace referencias,
allí ella pequeñita en comparación con otras
en un casi minúsculo espacio,se apiña.
A veces se riega y desparrama por toda la sala
queriendo tomar un respiro de su concentrada
estrechez y amontonamiento.
Fotografías la adornan,
obras de artistas y souvenires
la concentran, algunos, de otros países,
y los criollos que le dan minúsculo color de pueblo.
La consagran catálogos y expresiones
de museos y otros de la cultura,
y en su rincón de leyes y proclamas jurídicas
que le dan cierto aire de ecléctica;
aunque no sople viento alguno
ni tenga luz para evitar las colisiones
necesita salirse de círculos.
Su confeso amor derrama opiniones
permanentes entre tragedia y el amor,
de este último nunca le falta argumentos.
Hasta el más cumbre de todos entre
Manuelita y Simón, se escudriña en pasión pura.
Que decir de papeles y manuscritos,
entre sobres y carpetas de antaño,
los susurros de amores múltiples en los
borradores de poemas y de tiempos.
La biblioteca reclama más espacio,
pero la dueña de la casa, la confina, al
que tiene y reclama imperativa su expulsión
de su nunca pagado arrendamiento habitual.
junio. 28. 2022
Del Libro inédito: El Molino de la Torre. Caracas, 2022